¿Tienes la piel sensible y no sabes cómo cuidarla adecuadamente? ¿Has padecido alguna vez sequedad, enrojecimiento en la piel o irritación? Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas es posible que te hayas preguntado qué es la piel sensible y cómo puedes identificarla?
A continuación, te explicaremos todo lo que necesitas saber al respecto y cómo puedes aprovechar los trucos e información que te vamos a dar para mejorar tu rutina de cuidado personal.
¡Sigue leyendo y descubre cómo mantener tu piel sana y radiante sin complicaciones!
¿Qué es la piel sensible?
Entender las características de la piel sensible puede ayudarte a entender ciertos síntomas y evitar complicaciones como irritaciones, enrojecimiento, picazón y sequedad. Estos síntomas se deben a que este tipo de piel sensible se caracteriza por ser más reactiva y propensa a los efectos anteriores provocados, muchos de ellos, por agentes externos.
Ten en cuenta que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y nos protege del exterior al actuar como una barrera que nos abriga y cubre no sólo del frío y el calor, también de gérmenes y bacterias.
Además, también se debe a que la barrera cutánea de este tipo de piel es más delgada y vulnerable a los agentes externos, como el clima, los productos químicos y los cambios de temperatura.
En especial, las modificaciones bruscas de calor y frío que suceden en verano o en invierno.
Piénsalo así, digamos que es una condición cutánea que se caracteriza por una mayor reacción a factores internos y externos que, en pieles normales (incluidas secas y mixtas) no causarían ningún problema.
Esto puede incluir ingredientes de productos cosméticos, cambios climáticos, estrés, contaminación y hasta ciertos alimentos. De hecho, las personas que parecen este tipo de piel pueden experimentar algunos de los siguientes efectos:
- Picazón e irritaciones.
- Enrojecimiento.
- Ardor y sequedad con mayor frecuencia que quienes tienen piel normal.
Aunque algunos de los síntomas comunes son los anteriores, os vamos a contar en detalle cuáles más se incluyen.
Síntomas de la piel sensible: ¿Cuáles son?
Identificar si tienes piel sensible es el primer paso para darle el cuidado adecuado. Algunos síntomas comunes incluyen:
- Reactividad: Si tu piel reacciona con facilidad a ciertos productos, ingredientes o condiciones ambientales, como el frío, el calor o el viento, es un signo de piel sensible.
- Enrojecimiento: Si notas que se enrojece con facilidad, incluso con actividades cotidianas como el afeitado o la exposición al sol, puede ser un indicador de esta condición. La piel sensible tiende a ponerse roja con facilidad, especialmente después de la exposición al sol, el viento o el uso de ciertos productos agresivos y tóxicos.
- Sequedad: Si tu barba y piel tiende a ser más seca y deshidratada (incluso aunque la nutras con crema), lo que puede provocar picazón y tirantez, es probable que tengas piel sensible.
- Picazón y ardor: Estos síntomas suelen aparecer después de aplicar cosméticos o productos de cuidado personal que tengan químicos. Lo recomendable es que pruebes productos naturales como aceites vegetales (argán, aceite de oliva)
- Irritación: Si padeces de irritaciones, ardor o picazón con frecuencia, sin una causa aparente, es una señal de que tu piel es más sensible de lo normal.
- Erupciones y granitos: La piel sensible puede reaccionar con la aparición de pequeñas erupciones o granitos tras la exposición a ciertos desencadenantes.
- Sensación de tirantez: A menudo, la piel se siente incómodamente tensa, especialmente después de la limpieza facial.
- Prueba de reacción: Puedes hacer una prueba sencilla aplicando un producto nuevo en una pequeña área de tu piel y observar si se produce alguna reacción como enrojecimiento, picazón o ardor en las siguientes 24-48 horas. Si es así, es probable que tu piel sea sensible a ese producto.
- Historial: Revisa si has tenido problemas de piel en el pasado como dermatitis atópica, rosácea o alergias cutáneas, ya que pueden ser indicios de una piel más sensible que otras.
¿Cómo se origina esta condición cutánea?
Las causas de la piel sensible pueden ser variadas y a menudo están relacionadas entre sí. Por ejemplo, ¿sabías que el estrés puede aumentar las posibilidades de padecerla, incluso aunque antes no hayas tenido problemas?
A continuación, te contamos algunas de las más comunes:
- Genética: La predisposición a tener piel sensible puede ser hereditaria y que la padezcan tanto tu padre como tu madre u otros familiares. Es lo más común, pero puede haber otras causas como el estilo de vida o el estrés.
- Productos irritantes: Factores como las colonias, el alcohol y ciertos conservantes pueden desencadenar reacciones en este tipo de pieles debido a su extrema sensibilidad.
- Barreras cutáneas debilitadas: Una barrera cutánea débil permite que irritantes y alérgenos penetren la piel con mayor facilidad.
- Factores ambientales: Si vives en zonas de mucho calor, frío o una ciudad grande donde haya mucha contaminación puede afectar negativamente la piel sensible. Lo mismo sucede con los cambios de estación que afectan a la piel.
- Estilo de vida: El estrés, la falta de sueño y una dieta poco saludable pueden exacerbar la sensibilidad de la piel. Lo mismo con la falta de hidratación. La piel necesita agua cada día y no debemos olvidarnos de proporcionarle hidratación tanto por dentro por fuera de forma frecuente.
¿Cómo cuidar la piel sensible?
Cuidar la piel sensible requiere una rutina específica y el uso de productos adecuados. Piensa que cada persona es totalmente diferente y su estilo de vida cambia.
Como siempre te recomendamos que acudas a un especialista de la piel o un dermatólogo para que te diagnostique en caso de que tengas dudas.
Lo que no quita que te demos algunos consejos de cuidado como estos:
- Busca limpiadores que contengan ingredientes calmantes y suaves como la avena, el aloe vera o la ceramida. Estos pueden ayudar a aliviar la irritación y la sequedad. Otra opción es elegir productos de cuidado personal y cosméticos formulados específicamente para pieles sensibles. Busca etiquetas que indiquen «hipoalergénicas», «sin fragancia» 0 «sin alcohol». Evita aquellos con fragancias fuertes, conservantes agresivos y alcoholes, ya que pueden irritar y secar la piel aún más.
- Ni se te ocurra exfoliar la piel. Las exfoliaciones agresivas pueden dañar aún más la barrera cutánea de la piel sensible. Opta por exfoliantes suaves o evítalos por completo.
- Prueba primero en una pequeña área. Antes de usar un nuevo producto de limpieza, pruébalo en una pequeña zona de tu piel para asegurarte de que no causa reacciones en otras zonas. Ni se te ocurra hacerlo primero en la cara. Hazlo en un brazo o una pierna.
- Hidratación constante: Mantén tu piel bien hidratada utilizando cremas y lociones específicas para piel sensible. La hidratación es clave para reforzar la barrera cutánea y protegerla de agresiones externas. Aplícate la crema hidratante justo después de la ducha o el lavado facial, cuando la piel aún está ligeramente húmeda, para maximizar la absorción. Además, asegúrate de beber suficiente agua a lo largo del día para mantener tu piel hidratada desde el interior.
- Estilo de vida saludable: necesitas descansar, comer y alimentar bien para tener una piel saludable. Lo mismo sucede con el estrés y la falta de sueño. Todos estos aspectos debilitan este tipo de piel por lo que debemos tener cuidado de cuidar y promover un estilo de vida saludable.
Como ves, cuidar de tu piel sensible no solo mejora tu apariencia, también contribuye a tu bienestar general, de ahí la importancia de su cuidado y protección. Esperamos haberte ayudado con estos consejos y artículo sobre qué es la piel sensible.
Y recuerda, ¡En B7 Cosmeticos somos unos apasionados del cuidado de la piel masculina por lo que si tienes alguna duda o consulta al respecto no dudes en ponerte en contacto con nosotros!